Música académica: ¿por qué no es tan atractiva?
pHoy en día es más fácil tener acceso a la música, es de mayor alcance para todas las personas. En siglos anteriores, se debía trasladar hasta un punto de encuentro para escuchar una nueva pieza de Mozart, por ejemplo. Actualmente podemos escuchar cualquier obra cientos de veces en Spotify, YouTube o Apple Music. Basta con hacer clic, sin importar si estás en tu casa, carro o trabajo.
¡Es extremadamente fácil! Entonces,
¿será esta la razón del por qué la gente no frecuenta tanto los teatros para escuchar la mejor orquesta de su ciudad?
Puede que sí, pero puede que también haya uno o muchos motivos para no hacerlo.
Manuel Tomás, oboísta y consejero de Cultura y Educación Musical en la Generalitat Valenciana, menciona que hay mucha gente que quiere estudiar música y disfrutar de esta, sin importar si tienen 10, 50 o 90 años de edad. Para ellos/as debe existir un espacio cómodo que les permita aprender de este arte según sus intereses, motivaciones y expectativas. Por tanto, ofrecer solamente el modelo de Conservatorio, especialmente para los amateurs, causará que abandonen.
El siglo veintiuno trae cada vez más retos sociales, económicos, políticos y culturales. Entre más avanzamos como sociedad en tecnología, innovaciones e industria, también se crean nuevos problemas que solucionar. Desde la revolución agrícola 10 años A.C, cuando la siembra de plantas alimenticias se estableció aún más, nadie imaginó que esto traería mayor trabajo, pues había que cuidar las plantas de los animales y de factores como el clima, o de algún vecino que quisiera robar. De hecho, la música académica debe mantenerse avanzando hacia el presente y el futuro en concordancia con las otras áreas mencionadas, porque los cambios son rápidos y adaptarse a ellos es un reto de todos los días. Esto no significa que dejemos de tocar las grandes composiciones de siglos anteriores e inclinar la balanza hacia la música pop y el público masivo, pero sí considera la gestión de cómo estas músicas se adoptan y se revitalizan constantemente.
Volviendo a la educación musical, como Tomás mencionó, no todas las personas buscan la música desde el modelo de Conservatorio. De hecho, algunos de estos métodos son obsoletos. La renombrada pianista y pedagoga Irina Gorin considera que los métodos de piano creados hace más de 3 siglos no funcionan. ¿La razón? En épocas más antiguas los niños y niñas no eran considerados de la misma forma que lo son hoy. Eran vistos como pequeños adultos (as). Esto se puede observar en títulos de métodos tales como Pequeños preludios de J.S Bach, Sonatina como referencia a una versión más pequeña de una Sonata, entre otros ejemplos. Todas estas piezas están hechas desde un razonamiento lógico, mientras que hoy en día se sabe que en la niñez el aprendizaje es más intuitivo, creativo, experimental, sensorial e imaginativo. Ana Ramírez indica que en España hay un 90% de estudiantes amateurs que abandonan los estudios. Es decir, 9 de cada 10. Es razonable entonces pensar que estas 9 personas no tengan posteriormente el deseo de ir a un teatro a escuchar una obra orquestal, si su experiencia previa no fue la mejor.
Pensar desde la realidad y el contexto de cada lugar es importante y debe considerarse. La música, al igual que otras áreas artísticas, responden a una necesidad social de expresión, de discusión, intercambio y generación de ideas. Cuando esto sucede y es entendible para las personas que viven ese contexto, resulta más fácil de interiorizar.
¿Qué podemos hacer para interesarnos más en la música académica?
Acercar la música académica desde una perspectiva interactiva ayudaría. Desde hace varios años, la Orquesta de la Universidad de Costa Rica ha organizado conciertos enfocados en la niñez. Son divertidos, dinámicos e involucran al público. Es decir, enganchan al público, donde a su vez hay padres y madres. Tanto el director, Alejandro Gutiérrez, como los y las músicas de la orquesta interactúan antes, durante y después del evento con la audiencia, lo que rompe el esquema de que el escenario es para artistas y el público los mira desde una silla. El teatro se llena y envuelve a las personas en una experiencia donde pueden vivir la música, ser partícipe y no solo espectador.
Otra idea creativa para enganchar a la audiencia es usar métodos adaptados a la cultura. Por ejemplo, si eres de Latinoamérica e intentas estudiar una obra de origen europeo como la tarantella op.43 del compositor polaco F. Chopin, podrías explicar la métrica que esa pieza enseña, utilizando una obra latina con las mismas características rítmicas, como la chacarera de origen argentino. Quizás esto acerque al estudiantado a su realidad y, a su vez, cree un sentido de apropiación de lo que hace.
Una tercera y última idea es utilizar las tecnologías e innovaciones que el mundo actual nos brinda a fin de ampliar las formas de enseñanza y aprendizaje. Mientras que para muchos/as la música es un hobby, para otros/as es una forma de ganarse la vida, un sueño o una profesión. Así que, usar contenido digital y materiales que incentiven la creatividad puede fomentar a ampliar la red de la incorporación y uso de la música en cada uno y una. La llegada del COVID-19 es un ejemplo de que podemos ampliar las herramientas de aprendizaje, aún más cuando la música es perfecta para la creatividad y beneficios cerebrales.
Finalmente, es importante considerar y definir la audiencia y así tomar decisiones adecuadas a las necesidades y realidades. No es suficiente con pensar como músicos y músicas, sino también como personas cuya comunicación es importante para transmitir ideas y conocimiento, lograr empatía y valores únicos. Llevar la música a todas partes como herramienta de cambio social.