¿Los músicos vivimos en una burbuja musical?
pEl mundo actual está para ser versátiles. La música puede aportarnos en grande personalmente pero no es lo único que puede enseñarnos, es importante buscar ser versátiles, aprender nuevos temas constantemente, y nutrirse de maneras distintas. Actualmente, existen academias y docentes que quieren y creen tener cierto control sobre el estudiantado en cuanto a que una vez que este inicie “su camino musical”, únicamente puede dedicarse a eso sin experimentar ninguna otra disciplina en general. La música es un arte bellamente retador, expresa muchas más palabras y sentimientos sin necesidad de hablar, crea un fuerte lazo de disciplina, y desarrolla habilidades físicas y mentales que ninguna otra área brinda. Entonces, si colocamos estos puntos en una mesa que parecen requerir mucho tiempo, dedicación, compromiso, entre otras cosas, ¿estudiar música necesita el 100% de nuestro tiempo? o ¿la academia y músicos actualmente vivimos en una burbuja musical que nos limita a experimentar otras áreas?
Por mucho tiempo hemos vivido con la idea de que no tenemos tiempo para aprender otros áreas, porque el instrumento demanda muchas horas de estudio, muchos conciertos, muchas clases, entre otras; sin embargo, se vive en una época donde, tristemente este arte no se valora como se debe, y por ende, a ciertos músicos (as) les ha tocado salir de esa burbuja musical y extenderse a nuevas disciplinas que complementan su camino musical, y eso, no está mal. De hecho, extenderse a otras carreras, no solo abre oportunidades nuevas, sino que abre tanto el pensamiento como la manera de ver el mundo, porque se tiene otras perspectivas en la mesa.
La academia musical y los (as) docentes actuales deben entender una cosa: las personas tienen derecho a vivir y disfrutar de la música en general con disciplina y compromiso, claro que sí, pero, también tienen el derecho de aprender muchas ramas más que les brinde el mismo placer que la música o un instrumento dan, y sí, se pueden llevar ambas al mismo tiempo; de hecho, desde el momento en que se intenta limitar al estudiante en este tipo de decisiones, es cuando se empiezan a presentar factores de limitación, pereza, frustración, desmotivación y otros valores no pertenecientes a la música propiamente, aún más, cuando se habla de personas que no tienen interés en aprender un instrumento profesionalmente hablando, sino como terapia o pasatiempo. La música no solo se puede disfrutar profesionalmente hablando, sino que también tiene muchas otras funciones.
¡ES MOMENTO DE APRENDER TODO LO QUE SE QUIERA, Y DISFRUTARLO, PORQUE EL SER HUMANO NO NACIÓ PARA APRENDER DE MANERA LIMITADA!